Hoy partimos para el sur, nos despedimos del norte, que nos había dejado tantos paisajes y tanta vegetación, pero aún nos quedaban muchas cosas por ver.
Así, recogimos nuestras cosas, nos subimos al Jeep y la primera parada fue al faro de Kilauea. Como ya sabréis alguno de vosotros, me encantan los faros y siempre que visitamos algún país me informo para ver si hay alguno, conocer su historia y visitarlo.
Además teníamos que hacer tiempo, ya que no nos dejarían entrar en el hotel hasta las 15h.
Desde Princeville está a unos 20 minutos, muy cerca.
El Faro de Kilauea, fue construido en 1913 para guiar a los barcos y hoy en día es un imprescindible en tu visita a Kauai. Se encuentra en medio del Refugio Nacional de Vida Silvestre Kilauea Point, aquí se preservan las aves marinas. Por encima del refugio puedes ver la colina Crater Hill, parte de un volcán extinto.
Para los amantes de la escalada, podéis escalar y tener una vista panorámica espectacular de la costa norte y el islote Moku’ae’ae .
Se dice que es posible ver focas monje y delfines o desde diciembre hasta mayo, alguna ballena jorobada. Nosotros no vimos ninguna, ya que viajamos en octubre.
Para visitarlo puedes aparcar en una zona de aparcamientos, aunque es bastante pequeñito y está abarrotado, aunque muchos solo hacen la foto de rigor y se marchan y así puedes aparcar esperando un rato. Tenéis un breve trayecto hasta llegar al mismo faro. Pero si no quieres entrar, nosotros no lo hicimos, hay una zona para fotografiarlo.
El horario es de de 7 a 19 pm. La entrada para los niños es gratuita (menores de 16 años), para los adultos es de 5$.
Hay que tener en cuenta que no se puede entrar con alimentos ni bebidas, solo agua.
Después de visitar el faro, nos fuimos en dirección a Kapa’a. Teníamos intención de dejar la maletas y visitar el pueblo.
Pues llegamos al Resort que escogimos, encontrar algo económico en Hawaii y con el tiempo tan justo con el que lo cogimos no fue una tarea fácil y mas en un pueblo tan pequeño y con poca oferta hotelera. Finalmente nos decidimos por el Kauai Coast Resort at the Beach Boy , total era nuestra luna de miel y en casi 20 días conociéndonos no habríamos descansado mucho, cosa que fue cierta, así que nos pareció una buena opción, además de que buscábamos que fuese apartamento para hacernos nuestra comida.
Era un hotel muy tranquilo y familiar, además estaba en el centro y tenía a menos de 5 minutos un supermercado grande. Como ya os comentamos antes, a la hora de elegir el hotel queríamos que fuese apartamento y la verdad que no estaba nada mal.
Nada mas llegar nos atendieron genial, no eran las 15h y nos dijeron que no habría problema por entrar antes. Nos dieron las llaves y con ella una tarjeta para descuentos en el supermercado y menos mal, por que de no tener esas tarjeta tipo caprabo, nos habríamos arruinado. Allí en Hawaii todo es carísimo y pagar por un par de tomates casi 4€ era demasiado!
Gracias a esta tarjeta cliente, pudimos comer tan bien como nos apetecía! Fuera hamburguesas y comida basura! Como el hotel disponía de cocina, ansiábamos hacernos un buen plato de pasta o una ensalada….
Pues después de instalarnos en el resort y de ir a comprar para hacer la comida decidimos darnos un buen baño en la piscina. Casi era para nosotros solos! La verdad, estábamos encantados de la elección del alojamiento.
Después de pegarnos un baño en la piscina, paramos para comer y sin quererlo nos quedamos dormidos, llevábamos varios días de arriba para abajo durmiendo poco, así pues después de una mini siesta nos duchamos y nos preparamos para visitar el pueblo.
El señor de la recepción, muy amable nos dijo que era la fiesta de la música en directo, y como ya sabéis los que nos conocéis, nos encanta la música y si en directo no nos lo podíamos perder!
Pero antes, tenía una sorpresa para Cristian y es que durante la preparación de nuestro viaje, descubrí un bonito lugar en Kapaa que quería conocer para ver si era igual de bonito que en fotos. Cogí el móvil lo puse en en el gps y no me lo podía creer! estaba a menos de 3 minutos del resort, me encantaba la idea porque no es fácil engañar a Cris, así que cogí nuestro Jeep y fui directa al precioso Caffe, allí estaba aquella cafetería preciosa.
Siempre que viajamos, nos encanta buscar algún lugar bonito y sorprendernos, así que esta vez lo iba a dejar con la boca abierta.
Paramos a tomar un cafe, bueno cris una cocacola y yo una madalena de coco buenísima! El menú es algo limitado pero simplemente por encontrarte en ese lugar tan hippie merece la pena sin duda que paséis a degustar un buen cafe o un sandwich vegetal.
Estaba empezando a oscurrecer y después de tomar algo nos fuimos hasta el mismo centro de Kapaa. Es un pequeño pueblo con una avenida donde puedes dar un paseo y visitar las pequeñas tiendas y cafeterías.
La verdad es que el ambiente era increíble, habían diferentes grupos musicales tocando en frente de los bares o tiendas. Podías elegir que tipo de música te gustaba más y aprovechar para tomar una copa.
Más adelante, junto a la iglesia, había un mercado de ropa, pulseras, comida y por supuesto música en directo. Dimos con un grupo de chicos, que no tenían pinta de ser de allí, si no más bien canadienses y que buen rollito de música, allí nos quedamos un buen rato viéndolos tocar mientras tomábamos un cocktail.
Con la tontería, nos dieron la 1 de la madrugada y que decir, aunque Kapaa sea un pequeño pueblo hay mucha marcha. Tan de pronto no te encuentras a nadie en la calle que una fiesta tal como la que vimos.
Acabamos cansados este día y decidimos irnos a dormir. Mañana teníamos cosas que visitar y la sorpresa que Cris me preparó….
BRUJA AROUND THE WORLD 
2 respuestas a “DÍA 5 – SUR DE KAUAI”